Hasta hace poco tiempo, la sola mención de utilizar plástico reciclado, o la sospecha de que hubiera sido utilizado, ponía en entredicho las prestaciones del producto. Hoy en día se discute en los Comités de Normalización de CEN el porcentaje de plásticos reciclados que, no voluntariamente, sino de manera obligatoria, deberán contener algunos productos normalizados, que posteriormente serán susceptibles de portar la certificación de calidad de AENOR.
Es evidente que el enfoque ha dado un giro de 180 grados. La concienciación social sobre la conservación del medio ambiente y la sostenibilidad, la interiorización por parte de los ciudadanos de la necesidad de reducir el consumo, la reutilización de los productos, olvidar los productos de un solo uso, y fundamentalmente el reciclaje al final de la vida útil, facilitan la disponibilidad de plásticos reciclados en el mercado para los que hay que buscar aplicaciones adecuadas.
Paralelamente, la legislación en relación con los plásticos, tanto nacional como europea sin duda ha dinamizado la evolución del sector hacia modelos más sostenibles. La publicación por la Comisión Europea de la Estrategia Europea para el plástico en una economía circular o la directiva para la reducción del impacto de ciertos plásticos en el medio ambiente (Single Used Plastics, SUP) que incluye la obligatoriedad de usar un mínimo de un 25% de material reciclado en las botellas de PET para bebidas a partir de 2025 y un 30% en botellas de bebida de otros materiales a partir de 2030 son buenos ejemplos.
En el ámbito nacional, el Real Decreto 293/2018 aprobado el 18 de mayo sobre reducción del consumo de bolsas de plástico, indica que las bolsas reutilizables de 50 micras de espesor deberán contener como mínimo un 50% de material reciclado. En este último caso, disponer de la certificación de AENOR de conformidad con la norma UNE 53930 da respuesta a esta reglamentación.
Ya son 4 las empresas con productos certificados en el CTC-001 que disponen también de certificados OCS:
El objetivo del ecodiseño de acuerdo con la norma UNE EN ISO 14006 es minimizar el impacto ambiental a lo largo de la vida útil de los productos, desde su diseño y después, con las posibilidades futuras de reciclabilidad tras su vida útil.
Existen asimismo otros certificados cuyo objetivo es estimular el consumo de productos con menor impacto ambiental durante su ciclo de vida. En este contexto se enmarcan las Declaraciones Ambientales de Producto (DAP).En este campo AENOR cuenta con el programa Global EPD, reconocido internacionalmente, en el que se verifica que las DAP proporcionan información ambiental fidedigna, relevante, transparente y comparable.
Respecto a los materiales reciclados, la oferta de AENOR se dirige a los recicladores o gestores de residuos, con la certificación de la trazabilidad en el proceso de reciclado de plástico, de conformidad con la norma UNE-EN 15343 Plásticos. Plásticos reciclados. Trazabilidad y evaluación de conformidad del reciclado de plásticos y contenido en reciclado”.
Los recicladores recogen y clasifican residuos plásticos de diferentes orígenes (domésticos, del contenedor amarillo, industriales...) como materia prima para producir nuevos compuestos de material plástico reciclado que comercializan para ser de nuevo utilizados, una vez transformados, en distintas aplicaciones: construcción, agricultura, automóvil, etc.
Esta certificación, dirigida al reciclador de plástico, se basa en tres aspectos relevantes:
Es evidente que el enfoque ha dado un giro de 180 grados. La concienciación social sobre la conservación del medio ambiente y la sostenibilidad, la interiorización por parte de los ciudadanos de la necesidad de reducir el consumo, la reutilización de los productos, olvidar los productos de un solo uso, y fundamentalmente el reciclaje al final de la vida útil, facilitan la disponibilidad de plásticos reciclados en el mercado para los que hay que buscar aplicaciones adecuadas.
Paralelamente, la legislación en relación con los plásticos, tanto nacional como europea sin duda ha dinamizado la evolución del sector hacia modelos más sostenibles. La publicación por la Comisión Europea de la Estrategia Europea para el plástico en una economía circular o la directiva para la reducción del impacto de ciertos plásticos en el medio ambiente (Single Used Plastics, SUP) que incluye la obligatoriedad de usar un mínimo de un 25% de material reciclado en las botellas de PET para bebidas a partir de 2025 y un 30% en botellas de bebida de otros materiales a partir de 2030 son buenos ejemplos.
En el ámbito nacional, el Real Decreto 293/2018 aprobado el 18 de mayo sobre reducción del consumo de bolsas de plástico, indica que las bolsas reutilizables de 50 micras de espesor deberán contener como mínimo un 50% de material reciclado. En este último caso, disponer de la certificación de AENOR de conformidad con la norma UNE 53930 da respuesta a esta reglamentación.
Ya son 4 las empresas con productos certificados en el CTC-001 que disponen también de certificados OCS:
- ABN PIPE SYSTEMS, S.L.U.
- NAANDAN JAIN IBERICA, S.L.U.
- POLYTHERM SISTEMAS, S.A.U.
- TUBOS NEUPEX, S.A.
El objetivo del ecodiseño de acuerdo con la norma UNE EN ISO 14006 es minimizar el impacto ambiental a lo largo de la vida útil de los productos, desde su diseño y después, con las posibilidades futuras de reciclabilidad tras su vida útil.
Existen asimismo otros certificados cuyo objetivo es estimular el consumo de productos con menor impacto ambiental durante su ciclo de vida. En este contexto se enmarcan las Declaraciones Ambientales de Producto (DAP).En este campo AENOR cuenta con el programa Global EPD, reconocido internacionalmente, en el que se verifica que las DAP proporcionan información ambiental fidedigna, relevante, transparente y comparable.
Respecto a los materiales reciclados, la oferta de AENOR se dirige a los recicladores o gestores de residuos, con la certificación de la trazabilidad en el proceso de reciclado de plástico, de conformidad con la norma UNE-EN 15343 Plásticos. Plásticos reciclados. Trazabilidad y evaluación de conformidad del reciclado de plásticos y contenido en reciclado”.
Los recicladores recogen y clasifican residuos plásticos de diferentes orígenes (domésticos, del contenedor amarillo, industriales...) como materia prima para producir nuevos compuestos de material plástico reciclado que comercializan para ser de nuevo utilizados, una vez transformados, en distintas aplicaciones: construcción, agricultura, automóvil, etc.
Esta certificación, dirigida al reciclador de plástico, se basa en tres aspectos relevantes:
- La trazabilidad del origen del residuo plástico utilizado como materia prima, asegurándose de que en su proceso no entra material no deseado o contaminado que pueda comprometer las prestaciones del material final.
- El control de producción del material reciclado y procesado, que consiste, a grandes rasgos, en:
- entrada y clasificación de las materias primas (primera segregación).
- limpieza y separación del material recibido (separación de impropios).
- clasificación por tipo de materiales plástico y color, triturado y lavado.
- extrusión y granceado (presentación final, ensacado y distribución)
- Caracterización del producto final en función del material y conforme a normas europeas por producto. Esta información facilita al comprador la decisión de aceptar el material en función de sus requisitos.